Estudiar un idioma en el país donde se habla promueve y acelera el proceso de aprendizaje gracias a la constante motivación que supone involucrarse en la cultura local, así como su gente. Además, basándonos en la propia experiencia que tenemos en Eurocultura, y confirmada por este estudio, quienes quieran trabajar o estudiar en el extranjero estarán más integrados si asisten a un curso de idiomas en el país de destino. Durante este tiempo que durará el curso de idiomas se generaran relaciones que llevarán al estudiante a familiarizarse con la cultura y las costumbres del destino.